miércoles, 9 de abril de 2008

Mi planta de Naranja-Lima.



LA CONFESIÓN FINAL.

Los año pasaron, mi querido Manuel Valadares.

Hoy tengo cuarenta y ochos años y, a veces, en mi nostalgia, siento la impresión de que continúo siendo una criatura.

Que en cualquier momento vas a aparecer trayéndome foto de artistas de cine o más bolitas.

Tú fuiste quien me enseñó la ternura de la vida, mi Portuga querido.

Hoy soy yo el que tiene que distribuir las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no vale gran cosa.

A veces soy feliz en mi ternura, a veces me engaño, lo que es más común.

En aquel tiempo... En el tiempo de nuestro tiempo, no sabía que muchos años antes un Príncipe Idiota, arrodillado frente a un altar, preguntaba a los íconos, con los ojos llenos de lágrimas:

"¿ POR QUÉ LES CUENTAN COSAS A LAS CRIATURITAS?"

Y la verdad es, mi querido Portuga, que a mi me contaron las cosas demasiado pronto.

¡Adiós!

Ubatuba, 1967.
Jose Mauro de Vasconcelos

1 comentario:

Ni dijo...

que mierda vi :'v