Hoy que las horas son ancianas y el pulso no es lento, planeo subir, solo para seguir subiendo. Hasta averiguar la nada en la búsqueda incompleta.
Corre la sangre más fuerte, ya me estoy yendo, y en la voz relajada me hallo mintiendo.
Voy a estar en tierras lejanas, a distancias cercanas de sentimientos, parpadeo entre humos las ultimas horas de buenos aires, y saludo con cada mirada los rincones más cotidianos, para llevarlos adentro. No dejo organizarme, para encontrar lo espontaneo, experimento todo a ultimo momento, y en el transcurso descubro el agotamiento de lo instantáneo que me perfora sin hacer daño, pero me motiva al devenir de lo incierto. Oscuro y claro. ¿que depara lo nuevo? es bueno saber que me encuentro.
Hasta pronto Buenos Aires.