martes, 30 de diciembre de 2008

sábado, 6 de diciembre de 2008

Dreamer - Ozzy Osbourne



Dreamer

Mirando a través de la ventana hacia el mundo exterior
Maravillosamente sobrevive la madre naturaleza
La esperanza en que los hombres detengan el abuso a ellas, algún día

Antes de todo esto solo éramos nosotros dos
Y aquí estamos peleando por nuestras vidas
Viendo las mismas historias que se repiten, día tras día

Solo soy un soñador
Soñé mi vida
Solo soy un soñador
Que sueña con días mejores

Veo el sol como baja al igual que todos nosotros
Tengo fe en que el descenso nos traiga una señal
Un mejor lugar para aquellos que vienen después de nosotros, esta vez

Solo soy un soñador
Soñé mi vida, oh si
Solo soy un soñador
Que sueña con días mejores

Tu súper poder puede ser dios o Jesucristo
Realmente no me importa mucho
Sin ayudarnos mutuamente no hay esperanza para nosotros
Estoy viviendo en un sueño de fantasía, oh si, si, si

Si todos solo pudiéramos encontrar serenidad
Seria grandioso si pudiéramos vivir como uno
Cuando toda esta ira, odio y bigotry(?) se vayan

Solo soy un soñador
Sueño mi vida, hoy
Soy solo un soñador
Que sueña con días mejores, oh si

Solo soy un soñador
Que esta buscando el camino, hoy
Soy solo un soñador
Soñando mi vida, oh si, si, si

viernes, 5 de diciembre de 2008

Agua, cielo y arena; transición cíclica.

La nube blanca, la confusión fugaz, la sal impaciente que ocupa los poros, y el agua que desborda infinita cuando abro los ojos y salgo del mar. Agua una vez más me atraviesa. Que parece nacer y morir, congelarse y derretirse, evaporarse. Irse y caer. Deprisa y lenta. Siempre. Mis manos corren involuntariamente a mis ojos y friegan con desesperación disimulada. Recuerdo mi toalla azul, cuando era pequeño. Veo a mi madre. Tengo jabón en mis ojos y le imploro que me de mi toalla y la abrazo como si cargara con unos de los problemas más fuertes de la vida, el jabón en los ojos. El recuerdo se va, el ardor también.
El sol me da en la cara, mi piel caliente, desnuda y rojiza camina hacia la masa ocre que marca marcar el tiempo. Arena del sur.
Estoy tranquilo, no tengo frío. Hace tiempo que no tengo un lugar fijo. Y todavía me pregunto cual será el próximo. Me pregunto si quedará algo en la nevera , pero en realidad no me importa. Me pregunto: ¿por qué me pregunto si no me importa?. Me pregunto ¿por qué siempre pregunto?, pero tampoco me importa. Paro y pego la mirada en el cielo. Esta demasiado celeste y despejado como para preguntas. Mejor guiarse en él que ahí está todo. Los vacíos y las respuestas. Solo hay que aprender a mirarlo. El primer paso es no hacer caso a las preguntas inútiles.
Se desvanece mi cara en la arena , yace mi cuerpo ante el sol abrazador. Entro en el juego placentero de lo onírico, ese programa perfectamente armado para generar mas incógnitas acerca de nuestro propio ser, y saber que estamos vivos solo por que hay algo que buscar; algo que dejar, pero que nunca se sabe que es lo que es . Veo un agujero negro, veo un sin fin, donde no hay palabras, donde ni siquiera hay agua ni arena, es inexplicable, quizás más profundo que lo infinito. Veo ese juego que suelo olvidar cuando abro los ojos.
La tierra da medio giro y ni las mil cachetadas del viento me despiertan. El sol casi no está y comienzan las palmeras a danzar. La frente que antes era celeste ahora es naranja y se esconde entre cejas rosas. La arena abandonó su color y ahora con la noche es un poker de grises que brilla por sutil. El agua ahora tiene el color de aceite de motor y aunque no supiera su temperatura juraría que está fría. Está muy calma, Siento que floto, abro los ojos y ...
Una nube blanca...
Aires, Aires de cambio. Buenos Aires.

Barcelona, 2 de Diciembre de 2008. A un año de mi partida.
© Julián Sosa ¬