Intuí que ella dejó el temor de lado y me miró con ojos de incredulidad y agradecimiento, supongo que la rareza de emociones fue la que la dejó muda, pero esperé, y segundos despues, sin dejar de mirarme anonadada me pregunto si tenia para anotar. Ahora era yo el que comenzaba con las torpezas manuales, y la comunicacíon entrecortada, en menos de unos minutos habia creado un escenario rarisimo de seguridades altibajas, y autoestimas inestables. Tardé bastante en encontrar la opción en el aparato telefónico. Mientras anotaba, en cada número nuevo, subia la vista y la miraba, vi que les decia sigilosamente a las amigas que esperen. Nos despedimos sin hacer contacto fisico alguno. Solo me di vuelta con la misma actitud con la que le hablé y me alejé. Por un lado para compartir conmigo mismo experimentar el placer de mi intento lo antes posible. Y por otro lado mi lado más cobarde quiso descansar la adrenalina, y volver al paso solitario.
Mientras caminaba me acordaba de mi gran amigo. La vez que lo hice correr, pero esta vez fue para subirnos. Sin saber a donde y como nos llevaria ese colectivo. Solo a esperar que nos dejara en donde el impulso no lleve, en realidad donde mi impulso nos lleve. Lo comico fue que solo termino en Liniers a las 6 de la madrugada. Jamás voy a olvidar eso.
La historia no tiene final... Ni creo que lo tenga, en su mas basto sentido de interpretación, por que yo tampoco lo se.
1 comentario:
Hola Julián! acabo de leer tu texto, genial como escribes, como de un momento tan ràpido puedes captar tantos sentimientos, espero que no me falles y me digas que te dedicas a esto o pretendes hacerlo...
Por otro lado comentarte, que las casualidades no siempre pasan porque sí, aunque fue y sigue siendo un honor encontrarte. Pero estoy casi segura de saber porqué me giré aquel dia; hace poco menos de un año acabó una relación hermosa con un chico también argentino, pero de Córdoba, una persona a la que jamás podré olvidar, por eso quizas cuando te oí hablar (antes que lo hicieses hacia mi) me giré y te miré, aunque también te he de reconocer y esto me pasa desde siempre, que cada vez que oigo a alguien de por allí hablar, es como si me llamase algo y tengo la necesidad de girarme a ver quien és. Y eso sí que nosé porque... Bueno, pues ahora que ya he visto tu blog le haré una visitilla de vez en cuando. Ciao
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