martes, 14 de mayo de 2013

Laberintos

Juego a desordenar a laberintos, por si alguna vez el azar hace de todo ese circuito una combinación más corta. Camino en ellos, recorro  vuelvo, lloró, rió, me contradigo, me desdigo, grito a sus paredes, que todo ruido absorben, siento que vuelo, que también estoy enterrado, que soy fuego, leña muerta, una masacre sin víctimas, llama prohibida. Todo desde este sillón que me tiene maniatado con las hilos de lo inerte. Viajo por laberintos, sin moverme, sin parpadear, mirando la ventana. Corro mirando hacia atrás, escapando de mi propia persecución.
Desenvuelvo tu mirada vieja, de otros tiempos, me la inyecto en cuenta gotas, para ir aguantando lo crudo de lo ciclico, de lo que se me escapó y me atrapa. Del odio y del amor. De risas rotas, de las fotos que olvidé, que mi Verdad y Ficción están enredadas y entrelazadas. Todo y nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

nice